¿Por qué se construyó?
Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, Berlín quedo dividida en cuatro sectores de ocupación: soviético, francés, inglés y estadounidense. Luego, en 1949 el área oriental que estaba en poder de los soviéticos quedó bajo la jurisdicción de la República Democrática Alemana (RDA) y las otras tres formaron una sola área gobernada por la República Federal Alemana (RFA). En los años siguientes, la zona de occidente empezó a prosperar, mientras que el lado soviético sufría graves problemas económicos. Entre 1961 y 1989, 6 millones de berlineses que vivían bajo el régimen comunista migraron al Berlín occidental.
Por eso, la noche del 12 de agosto de 1961, las autoridades de la RDA decidieron levantar un muro provisional y cerrar 69 de los 81 puntos de control que existían a lo largo de la línea que dividía a la ciudad en dos mitades. Al día siguiente, ya se había colocado una alambrada de 155 kilómetros que interrumpió de la noche a la mañana el tránsito tanto de vehículos como de personas, muchas de las cuales trabajaban en la otra parte de la ciudad. La primera persona que murió tratando de cruzar el muro, Günter Litfin, fue abatido cuando procuraba regresar a Berlín occidental, donde vivía y trabajaba.
Con el paso de los años, el muro, que inicialmente fue construido con ladrillos, acabó por convertirse en una pared de hormigón de entre 3,5 y 4 metros de altura, con un interior formado por cables de acero para aumentar su resistencia.
¿Cómo se logró la caída?
La caída del muro tuvo su origen en la apertura de las fronteras entre Austria y Hungría en mayo de 1989. El primero de esos países pertenecía al bloque occidental mientras que Hungría era parte del bloque conocido como la cortina de hierro, países cuyos regímenes estaban bajo la influencia soviética.
Ante esta apertura, cada vez más alemanes orientales viajaban a Hungría para pedir asilo en las distintas embajadas de la República Federal Alemana. Esto, a su vez, motivó enormes manifestaciones en varias ciudades de la RDA, las que llevaron a que, el 9 de noviembre de 1989, el gobierno se viera obligado a anunciar que el paso hacia el oeste estaba permitido.
Sin embargo, el hecho desencadenante fue la confusión de un portavoz del gobierno en una conferencia de prensa en la que, con el afán de calmar los ánimos de la población, daba a conocer la nueva norma que permitía salir del país sin requisitos previos.
El miembro del Politburó de la RDA, Günter Schabowski, explicaba los pormenores de la disposición gubernamental, cuando el periodista, Riccardo Ehrman, de la agencia de noticias ANSA, le preguntó cuándo entraba en vigor la medida. Schabowski, quizá un poco nervioso, buscó entre sus papeles y al no encontrar nada escrito respondió: "de inmediato".
Esa misma noche, miles de personas se agolparon en los puntos de control para poder cruzar a Berlín occidental. Una confundida guardia fronteriza que no tenía órdenes precisas de cómo actuar, dejó pasar a los primeros berlineses del este, quienes fueron recibidos al otro lado -entre abrazos y gestos efusivos de bienvenida- por un grupo de alemanes occidentales que habían llegado al lugar enterados de las noticia.
Muchos jóvenes alemanes orientales, con pequeñas mochilas al hombro, vacilaron antes de saltar el Muro. Una hora antes, sólo aventurarse cerca de la barrera habría significado la muerte inmediata. Pero ahora muchas manos desde el otro lado se extendieron para ayudarlos. Como tantos otros, esa larga noche del jueves 9 de noviembre, saltaron finalmente las barreras que fueron completamente inútiles, paseándose felices por las iluminadas calles de Berlín Occidental.
Otros, en tanto, con martillos e improvisadas picas en las manos, compartieron desde arriba del muro la alegría de derribarlo trozo a trozo, muy cerca de la imponente puerta de Brandenburgo. Desde lejos los sombríos policías de la ex RDA observaban recelosos, pero por el otro lado los improvisados anfitriones occidentales se fundieron en un emocionado abrazo con sus visitantes.
A la mañana siguiente de la primera noche que marcó el inicio de la caída del muro y con ello el de otros acontecimientos que devinieron en el fin de la guerra fría, el entonces alcalde del Berlín occidental, Walter Momper, dijo en un discurso: "Anoche el pueblo alemán fue el pueblo más feliz del mundo". ¿Cuáles fueron las consecuencias de la caída del muro de Berlín?
Una vez caído el Muro de Berlín, y ante la quietud militar de la Unión Soviética (que al perder a la RDA perdía a su socio clave en el Pacto de Varsovia) se produjo la reunificación inmediata y la reaparición de la antigua Alemania en el centro de Europa. Esto, unido a la transición postcomunista en Polonia, consolidó de nuevo el concepto geopolítico de Europa Central y creó una frontera compleja contra la URSS. El gigante soviético vivió entonces el surgimiento de movimientos nacionalistas y religiosos, más que de partidos políticos de orientación capitalista, como principales opositores al monopolio político comunista.
Fuentes: Guioteca, RPP Noticias.
Algunas fotos interesantes para comparar los cambios con respecto a esa época y la actual:
Alemanes del este construyendo el muro frente al edificio del Reichstag en 1962. En color, el mismo lugar en 2014. |
¡Gracias por leer! Estén atentos porque se vienen cosas nuevas esta semana...
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