Un día como hoy, pero de 1979, la reconocida fotógrafa Pennie Smith capturaba el momento en que Paul Simonon, bajista de la histórica banda The Clash, destruía su bajo Fender Precision durate un recital. Nunca en su vida había roto un instrumento, y nunca más volvió a hacerlo: Pennie Smith estuvo en el lugar preciso en el momento justo, y logró capturar este ataque de locura y rabia del artista. Fue así como la captura de este momento se convirtió en la mejor fotografía de la historia del rock n' roll.
La fotógrafa declaró que pensó que Simonon estaba enojado con ella en el momento por haberle sacado tantas fotos, y dijo lo siguiente:
“Me puse casi al lado, el lente que estaba usando no lo refleja, pero me tuve que correr porque casi me golpea la cabeza con el bajo. Justamente, no está en foco porque me tuve que tirar hacia atrás”.
Los integrantes de The Clash (Paul Simonon, Mick Jones, Topper Headon y Joe Strummer) estaban produciendo en ese momento el álbum London Calling. Tenían una increíble presión encima por cambiar de estilo, por innovar, por revolucionar la música con una mezcla total y nueva, y por eso las sesiones de grabación se hacían interminables, con constantes peleas, en parte debido a la influencia del alcohol y las drogas. Se encontraban en el medio de la gira Clash Take The Fifth.
Pennie Smith había sido contratada para ser la fotógrafa encargada de la producción de imágenes del nuevo álbum; pasaba todo el día con la banda, especialmente durante los conciertos, y estaba atenta durante los mismos para capturar momentos y gestos que connotaran el significado y sentimiento de este nuevo disco. Justamente esa noche había estado durante el costado de Jones porque la luz de ese lado estaba mejor, pero luego al final del espectáculo decidió cambiar de lado. Esta elección fue la mejor que pudo haber tomado, ya que en el final, a Simonon le vino ese arranque de locura.
El bajista declaró luego, arrepentido:
"Iba todo bien. Pero algo adentro mío me decía que no, que las cosas no iban bien. Muchos dijeron que estaba todo armado para la foto. Es obvio que no. Ese Fender era el mejor instrumento que tenía. Si yo fuera inteligente hubiera roto el bajo de repuesto, que no era tan bueno como el que destrocé".
A la hora de elegir la portada del disco, la banda revisó todas las fotos, pero evidentemente decidieron que esa tenía que ser la nueva portada de London Calling. Así fue como la banda homenajeó al álbum debut de Elvis Presley utilizando la misma tipografía y composición. En 2002, la fotografía de Pennie Smith fue elegida como la mejor fotografía del rock and roll de todos los tiempos por la revista Q. "Capturó el instante cumbre del rock, la pérdida total del control"
Hoy en día y desde 2009, se puede ver el bajo partido en el Hall of Fame de Cleveland.
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